Organizar esperanza, defender derechos y denunciar injusticias.

Queridos trabajadores y trabajadoras de la Vicaría

Iniciamos nuevamente el Mes de la Solidaridad centrado en la figura de san Alberto Hurtado y queremos dar gracias a Dios por los 30 años de la Vicaría Pastoral Social Caritas. Acción de gracias a Dios que nos envió a su Hijo para que dando su vida nosotros tengamos vida en abundancia. Esa entrega por nuestra salvación es la más potente invitación a vivir la solidaridad al estilo de Jesús, es decir de manera integral ayudando al hombre a recuperar su plenitud. Esto abarca en su ministerio el perdón de los pecados y dar de comer a los hambrientos, sanar al paralitico y mostrar el agua viva a la samaritana, calmar la tempestad y anunciar el reino. Pero cuando su amor llega al extremo se sienta con ellos a la mesa y después de lavarles los pies entrega su Cuerpo como alimento para que en El tengamos vida. Esa entrega es la que nos motiva y le da forma a nuestro servicio.

Al celebrar los treinta años es momento de dar un paso de madurez en la línea de que los pobres a quienes servimos sean portadores del evangelio para otros pobres. La misión de Jesucristo tiene como una de las obras características que a los pobres se les anuncia la buena noticia, el evangelio. Así suscitó la fe que nace de la escucha de la palabra y ellos comenzaron a ser discípulos y misioneros como la Iglesia nos invita a ser en Aparecida.

Gratitud a ustedes y los que han estado en primera línea en estos 30 años. A los vivos y los difuntos. Cuanta entrega para organizar esperanza, defender derechos y denunciar situaciones de injusticia. Todo esto para que tengan vida plena y digna, la que Jesús señala al declararnos que somos hijos amados del Padre.

Todo esto nace del mandato de Jesús de evangelizar con obras y palabras ya que el eligió esta dupla para revelarse; no solo obras sino palabras que las articulen y no solo palabras que quedarían infecundas sin las obras. Nos debemos a su Palabra por la que Jesús habita en nosotros para iluminar y reconocer los signos de los tiempos. Pero, ¿cómo haremos eso si no caminamos en la senda del discernimiento? ¿Cómo discernir sin tener los sentimientos de Jesús? ¿Cómo tener esos sentimientos sin desarrollar una vida de oración que sea verdadera amistad con Él? Esto es todo un programa que El mismo comenzó con largas noches de oración con su Padre, que también es nuestro Padre.

Tiempo de gratitud también para los más pobres que nos han dejado servirlos con nuestras evidentes limitaciones, seguro que muchas veces no los comprendimos en su situaciones muy complejas. Por esto también sabemos pedir perdón.

Estas son nuestras alegrías y nuestros desafíos para este tiempo de celebración y de renovación en nuestro servicio. Un abrazo y unidos en el servicio.

Padre Jaime Tocornal
Vicario de Pastoral Social Caritas