El proceso tuvo una duración 32 horas pedagógicas realizadas entre el 6 de octubre y 16 de diciembre del año pasado, abordando contenidos como liderazgo y habilidades para la comunicación, ética y sindicalismo, regulación para la negociación colectiva y derecho de la información, entre otros.
Dicha experiencia contó con la participación de distintos docentes que de manera voluntaria aportaron al desarrollo de un programa de calidad para la formación de trabajadores, trabajadoras y dirigentes sindicales.
Andrés Valenzuela Salazar, Presidente del Sindicato Interempresa de trabajadores nº 2 de la Unidad Coronaria Móvil, fue uno de los alumnos de la escuela y así se refirió a la experiencia. “Fue un proceso enriquecedor, en donde aprendimos de profesores que nos enseñaron con mucha entrega, aprendimos experiencias escuchando a nuestros compañeros dirigentes, en mi caso como dirigente por primera vez, me siento muycontento de lo aprendido”
“La vida sindical tiene muchos problemas, no es muy bien vista por todos, pero la gente que participó tiene la fuerza para seguir adelante, para hacer un cambio en las personas. Mi experiencia ahora es seguir participando y atrayendo a los trabajadores que están y a los que no están en el sindicato”, expresó el dirigente.
Berta Barrera fue otra de las alumnas. Es profesora de artes visuales y no ha sido nunca dirigente sindical pero tras haber participado de la escuela se siente con más herramientas y motivada en la participación. “Me interesó el tema porque soy trabajadora y tengo como proyecto poder empezar a motivar y formar un sindicato en mi lugar de trabajo”, señaló.
Sobre los contenidos recibidos Berta comentó que son de gran utilidad social, “aprendí que es importante tener organizaciones dentro de la empresa y una que represente a los trabajadores porque a veces hay muchas inquietudes y necesidades de los trabajadores que no llegan al empleador. Estamos en un sistema en donde las condiciones laborales no siempre son las adecuadas y con la escuela aprendí el concepto de trabajo decente y me doy cuenta que no estamos en un trabajo de calidad, se mira como un enemigo al trabajador organizado y necesitamos la dignidad en el lugar de trabajo, la capacitación, el buen trato, para trabajar mejor”.
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